Después de dos días de contracciones irregulares, ese lunes por la mañana me metí a bañar, y mi suegro me llevo a revisión, entré al consultorio, me reviso el doctor y me dio la noticia: estaba ya en labor de parto, de pronto todo fue muy rápido.

Me tuvieron que inducir, el doctor dijo que a las 6pm aproximadamente nacería,ahora que lo pienso ahí fue la primera vez que Elías demostró que lo que dijeran los demás de él serían puras suposiciones, casi ni alcanzaban a ponerme la epidural, porque a las 2:16pm ya había nacido.

Me lo enseñaron y lo vi tan hermoso y rápido se lo llevaron.

Yo no recuerdo nada más, pero mi esposo dice que también ahí se dio cuenta del carácter que tenía, porque mientras lo revisaban el tiraba manotazos a las enfermeras.

Horas más tarde, estaba en un cuarto recuperándome, cuando Felipe, mi esposo, muy serio me dice algo que jamás me imagine: El doctor cree que tiene síndrome Down, mi cabeza daba vueltas ¿qué? ¿síndrome Down? ¿cómo es eso posible? ¡Tenemos 20 años! Tal vez estoy soñando, tal vez el doctor se equivocó, tal vez ……. 

No recuerdo mucho de ese momento, no sé si llore, pero lo que sí recuerdo es que aun en shock logré sacar unas palabras: ¿y luego?

Y así fue el inicio de mi vida como mamá de Elías.

Cargado de miles de miedos, triste por la vida que tendría y todo lo que no podría hacer ni tener, no tendrá amigos, se burlarán de él, no irá a la universidad, no tendrá un trabajo, jamás se casará, jamás será padre, tal vez ni siquiera viva mucho…… 

Tenía que verlo, tenía que cargarlo, me levanté y fui a buscarlo a los cuneros, pero no estaba.

Nuestra familia estuvo ahí, con todo el amor del mundo apoyándonos , pero sé que ellos también tenían esa misma incertidumbre que yo, y fue hasta en la noche que pude cargarlo, recuerdo que lo revise por todos lados, yo lo veía bien, yo lo veía normal, era mi hijo, tan hermoso, tan pequeño, tan perfecto y en mis brazos, le reafirme la promesa que le hice cuando estaba en mi vientre: siempre te amaré, siempre te cuidaré, siempre estaré ahí para ti.

No sabíamos como iba a ser, no sabíamos como lo íbamos a hacer, pero haríamos lo que estuviera en nuestras manos para sacarlo adelante

Hoy miro atrás, y veo todo lo que ha pasado, todo lo que ha logrado, toda expectativa que ha superado, todo lo que nos ha enseñado, todo lo que hemos crecido.

Elías hoy está cumpliendo 12 años, un niño sano, feliz, empezando la pre-adolesencia, que le encanta socializar, hacer reír a los demás, que se duele con el afligido, que agradece cada mínimo detalle, podría pasar todo el día en videojuegos, tv o cantando. La vida no es fácil para él, pero lo mejor de todo es que el no se da cuenta porque el simplemente la vive y la disfruta. Está rodeado de gente que lo quiere, lo apoya, que cree en él y bueno, que más puedo decir, es un jovencito maravilloso.